3.c.i. Conocimiento y Política – Introducción
Nuestra pregunta central en el tema conocimiento y política es ¿cómo se manifiesta la teoría del conocimiento en la política? Esta manifestación es visible en el mundo que nos rodea y se constata en una gran variedad de objetos.
Tomemos como primer ejemplo una urna electoral. Aquí hay una en Trelew, Chubut, de las elecciones generales en Argentina de 2015. La urna (o ánfora) electoral es un objeto característico de la política y representa el proceso electoral. Es donde los electores depositan sus votos (o cédulas) con su elección de candidato hecha según el conocimiento que han adquirido de su campaña y con el deseo de hacer un uso responsable de ese conocimiento. En los países democráticos los electores tienen, o suponen tener, la certeza de votar en elecciones justas y libres.
Ahora mira este otro objeto, que también manifiesta conocimiento sobre el concepto de elecciones, pero lo que nos dice es muy diferente. Es un basurero para residuos con la inscripción “vota aquí”. Fue tomada en 2011 en Coahuila, México en época de elecciones estatales para gobernador. Demuestra una interpretación muy diferente de lo que las elecciones deberían representar. ¿Qué te parece que dice sobre las elecciones y el conocimiento?
Con estos ejemplos hemos aludido a tres de los conceptos de TdC: responsabilidad, certeza e interpretación. Desde ya puedes ver cómo los conceptos de TdC te ayudarán a hacer la exploración de este tema opcional con un enfoque en preguntas de conocimiento. El conocimiento que tiene un elector no es solamente conocimiento objetivo, incluye también los sesgos y suposiciones que se tenga sobre un candidato. ¿Es fácil distinguir entre esos aspectos? ¿Cómo hacerlo? ¿Importa? Ciertamente al votar se debe tener conciencia de esos aspectos y se debe intentar hacer uso responsable del conocimiento que se posee. Eso nos lleva a hacernos una pregunta importante del tema central: como actores de conocimiento ¿tenemos el deber moral de examinar nuestros sesgos y suposiciones?
Esa certeza que tienen los electores que su voto es secreto y que las elecciones son justas y libres, ¿de dónde proviene? Es una buena pregunta, una que nos debemos hacer no solamente sobre nuestros votos y las elecciones, pero sobre el tema de conocimiento y política en general. Lo que debemos tener en mente y nos debemos preguntar es otra de las preguntas del tema central: ¿qué criterios podemos utilizar para distinguir entre conocimiento, creencia y opinión?
Veremos por un lado cómo adquirimos y producimos conocimiento sobre política en diferentes ámbitos y por otro lado como “la política del conocimiento” determina y le da forma a lo que podemos conocer y lo que conocemos. La política del conocimiento se refiere al control sobre el conocimiento que ejercen las personas que tienen la autoridad y/o el poder. Este control incluye qué conocimiento se produce y qué conocimiento se comparte. Por ejemplo, en cualquier tema de actualidad los políticos, así como los medios de comunicación, autoridades y expertos en el tema entre otros, deciden qué investigación se realiza al respecto, así como quien recibe fondos y luego qué y cuánto conocimiento se comparte sobre esa investigación.
Se podría decir que el conocimiento y la política son inseparables y hasta llegar al extremo de decir que no hay conocimiento sin influencia política. ¿Cómo puede ser? Piensa en lo que consideramos conocimiento, cómo lo construimos, cómo lo compartimos, con quien lo compartimos, quien o quienes lo tienen y qué partes se comparten, ¿no son todas cuestiones políticas?
Por lo tanto, las cuestiones políticas no son solamente de los políticos, “de otros”, son de todos nosotros y por eso es menester también explorar nuestras propias perspectivas políticas.