Introducción – Las Artes

¿De qué trata esta área de conocimiento?

En la imagen de arriba, podemos ver la expresión de uno de los mayores artistas de la historia, Vincent Van Gogh(1853-1890), y su particular representación de una noche estrellada. Podríamos preguntarnos si esta representación coincide de manera exacta con la realidad o no, aunque deberíamos comprender que el terreno de las artes es el campo fértil para que la expresividad humana se despliegue, sin aparentes ataduras ni convenciones.

¿Son las artes el área de conocimiento que permite la mayor libertad al momento de producir conocimiento? ¿Son todas las perspectivas válidas y aceptables al momento de abordar lo que consideramos como conocimiento artístico?

Las disciplinas como la pintura, el cine, la danza, la escultura, la literatura y la música, permiten que los artistas ofrezcan su particular perspectiva del mundo, con diferentes objetivos, y en algunos casos sin objetivos aparentes.

Lo interesante de esta área de conocimiento, y lo que la hace fluida, dinámica y versátil, es que puede considerarse que, de la interacción natural entre artista y audiencia, pueden surgir nuevas apropiaciones de las obras de arte y que, quizá, hay tantas interpretaciones posibles para una misma obra, como individuos que se aventuran a desentramar su significado.

Más aún, podríamos reflexionar sobre la idea de que las obras de arte solamente se completan en tanto y en cuanto hayan sido miradas por alguien más, por un público. ¿Serán los artistas livianos y libres fruto de su continua inspiración o esclavos de la necesidad de poner su obra a disposición de sus audiencias?

Si observamos la dimensión social de las artes, los desafíos y las transformaciones sociales encuentran un canal de expresión a través de la mirada de los artistas, quienes con agudeza proponen perspectivas que develan inequidades, injusticias o contradicciones, muchas veces en franca oposición al status quo.

Preguntarse si es el artista el que influye en la transformación de su contexto social o si es el contexto el que determina la expresión del artista, también nos ayuda a comprender la atrayente naturaleza de esta área de conocimiento.

Por ejemplo, en el siguiente vídeo, podemos observar cómo el artista callejero Banksy promueve una reflexión sobre la situación de pandemia global -durante el año 2020- y el uso de mascarillas a través del grafiti, considerado por algunos un acto de vandalismo, al intervenir uno de los subterráneos de Londres:

Si consideramos las campañas tradicionales, ¿serán acaso tan eficaces como el arte marginal de Banksy? ¿Es lo marginal y rupturista del arte lo que lo hace tan atractivo? Si nos enfocamos en el renombre del artista, ¿será su fama la que causa un mayor impacto y concientización social, y no necesariamente el mensaje de su obra? Podríamos evaluar esto de la misma forma que preguntarnos si otras manifestaciones artísticas marginales o callejeras, realizadas por artistas no famosos, son valuadas de la misma forma. En esencia, y lo discutiremos en este capítulo, para la valoración y apreciación artística, existe un inter-juego dinámico entre artista, espectadores y contexto.

El hecho de juzgar una obra solamente por su mensaje o estética, más allá de cómo se haya realizado, es otro de los típicos debates en el terreno de las artes, y puede ser extrapolado a otras áreas, considerando una clásica pregunta de TdC: ¿deberían existir limitaciones éticas en la producción de conocimiento? Si consideramos al arte como vehículo de la libre expresión, podemos reflexionar que no debería haber limitaciones, aunque otras perspectivas podrían poner en tela de juicio los métodos utilizados, más allá de tal noble fin. Veremos esto en profundidad en la sección de ética.

Las funciones del arte son múltiples y variadas, e incluso hay miradas en contra de encorsetar las artes en un marco rígido que predetermine sus funciones y sus fines, porque esto de cierta forma iría en contra de la libertad creativa que esta área representa.

En el siguiente video, el filósofo Alain de Botton da cuenta de cinco posibles finalidades para las artes:

Según lo dicho arriba por Alain de Botton, el arte nos permite cinco cosas:

• Nos mantiene esperanzados
• Nos hace sentir menos solos y expresar nuestras emociones dolorosas
• Nos reequilibra
• Ayuda a apreciar las cosas de una manera diferente
• Es “propaganda” de lo que realmente importa

A partir de la comparación de ejemplos y de justificaciones, habrás notado que las perspectivas que existen en las artes pueden ser muy variadas, y a la vez, estar fundamentadas.

• ¿Qué rol cumple entonces la justificación en esta área de conocimiento?
• ¿Podrá estar vinculada primordialmente a la manera personal mediante la cual los diferentes actores producen conocimiento?
• ¿O existen también mecanismos que garantizan cierta objetividad?

Estas y otras preguntas indican que quizá una simple canción o un trazo en un lienzo, demanden un ejercicio reflexivo superior, igual al que estamos acostumbrados en las ciencias naturales o las matemáticas, por ejemplo.

En lo que sigue tendrás la oportunidad de ampliar tus perspectivas y hallar tus propias respuestas a la pregunta ¿Qué es lo que hace tan particular a las artes como vehículo de la expresividad humana?